Conocemos a Janela Morante por ser la ganadora del concurso de jóvenes carniceros organizado por Educarne en el que compitió hace un par de meses durante Meat Attraction 2022. Ya en su momento nos deslumbró, no solo por su destreza para trabajar la carne, también por su personalidad, que irradia fortaleza, pasión y humildad: ingredientes perfectos para convertirse en un referente de las nuevas generaciones de carniceros. Charlamos con ella.
Janela, cuéntanos cómo comenzaste en el mundo de la carnicería.
La carnicería en la que trabajo está cerca de mi casa. Yo pasaba cada día cuando iba al instituto y me daba curiosidad todo esto. Es algo que me interesó, y un día entré y dije: “Oye, ¿no necesitáis a alguien aquí?”. Y la verdad es que se quedaron sorprendidos, porque yo era jovencita, tenía 16 años cuando empecé.
Y siendo tan joven, ¿recibiste apoyo de tu entorno?
Tuve que pedir permiso a mis padres. Ellos me preguntaban que si lo tenía claro y yo les respondía que sí con bastante seguridad. Ahora veo que mi decisión fue acertada, ya que me ha dado muchas alegrías.
¿Cómo cuáles? ¿Qué es lo que más te gusta de este oficio?
Me encanta ser carnicera, es mi trabajo, mi profesión, para mí es algo muy importante. Quien quiera trabajar en esto debe hacerlo con amor y pasión, hacerlo de corazón, porque esto es muy bonito y aprendes muchísimo: sé abrir un pollo, deshuesar una ternera… Estoy encantada de poder tocar todo y saber todo lo que sé. Ahora bien, hay que echar horas, esfuerzo y estar informada de todo, mantenerse al día.
¿A qué te refieres con estar al día?
Esto no es abrir la persiana y decir: “Venga, vamos a ver quién entra a comprar”. No. Tienes que ganarte a la gente. Conseguir que tu trabajo no se quede estancado. Actualmente, hay muy pocos carniceros, muchos menos que hace unos años, la verdad. Por eso quiero animar a la gente a que le dé una oportunidad a este oficio.
¿Y a las mujeres que estén pensando en apostar por la carnicería, qué les dirías para que den el paso?
Hay que dejar de pensar “esto es para chicos”. No, aquí podemos todas. De hecho, mi mentora y profesora fue una mujer, Carmen. Cuando yo entré a la carnicería fue porque ella me dio la oportunidad, pero no solo eso. Puso su valentía y su fe en mí, porque al principio yo no sabía nada. Cuando hay una buena profesora y una buena alumna, hay buenos resultados, y aquí los hay.
A la vista está, ya que has recibido el primer premio a Mejor Carnicero Joven, un galardón a nivel nacional. ¿Qué ha supuesto para ti?
Me siento muy fuerte. Siempre he sido valiente y en el concurso tuve la oportunidad de demostrarlo, ya no tanto para el público, también para mí. Una forma de orgullo personal.