- Uno de los aspectos clave es evitar el uso excesivo de calor durante el proceso de tostado, fritura o braseado. Cocinar a temperaturas muy altas puede provocar la formación de compuestos nocivos.
- Si vas a cocinar a la brasa, es fundamental preparar el fuego con antelación, de forma que puedas cocinar sobre brasas bien formadas, y no directamente sobre la llama. El contacto directo con el fuego debe evitarse siempre, ya que incrementa notablemente el riesgo de que se generen estas sustancias dañinas.
- Gira la carne con frecuencia sobre la fuente de calor evitando la formación de sustancias nocivas.
- Se recomienda el uso de marinados, que no solo mejoran el sabor, sino que actúan como barrera protectora durante la cocción. Igualmente, reducir la temperatura de la parrilla es una buena práctica para lograr una cocción más controlada y saludable.
- Por último, no olvides limpiar bien la parrilla después de cada uso, ya que los restos de grasa y alimentos quemados pueden contaminar las futuras preparaciones y afectar tanto al sabor como a la seguridad alimentaria.
Seguir estas recomendaciones te permitirá disfrutar de una buena carne a la brasa, con todo su sabor, pero sin riesgos innecesarios para tu salud.