Hoy, 23 de junio, celebramos el Día de la Carne de Cordero. España es el principal productor de carne de cordero de la Unión Europea, aunque actualmente hay un bajo consumo de esta carne respecto a su producción. En muchas ocasiones, es un alimento que reservamos para fechas especiales, como las fiestas de Navidad.

Sin embargo, se trata de un tipo de carne muy versátil con múltiples beneficios para nuestro organismo, por lo que es una estupenda opción para incorporar a nuestra dieta.

¿Cuáles son los beneficios de la carne de cordero?

Es una carne rica en proteínas de alto valor biológico, que contribuyen al aumento y la conservación de los músculos. Por esta razón, también ayuda a un mejor crecimiento y el desarrollo normal de los huesos de los niños. Tiene alta biodisponibilidad, por lo que sus nutrientes son absorbidos de manera eficaz por el cuerpo y pueden ser aprovechados con rapidez.

Contiene vitaminas como la B3 (niacina), que ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga, B6 y B12, que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario y una formación correcta de glóbulos rojos, lo que nos ayuda a protegernos frente a diferentes enfermedades comunes.

La carne de cordero posee un alto contenido en potasio, mineral que mantiene sano nuestro sistema nervioso y altos niveles de selenio, que ayuda a combatir los ataques de asma.

También aporta fósforo, otro de los elementos nutricionales que ayuda al correcto mantenimiento de huesos y dientes y hierro, un mineral indispensable para el transporte de oxígeno a órganos y tejidos.

El cordero también aporta zinc, que protege las células que pueden sufrir daños oxidativos con el paso de la edad y selenio, para mantener uñas y pelo mucho más fuerte. También interviene frente a las infecciones del sistema respiratorio.

Asimismo, esta carne también tiene triptófano, un aminoácido que, una vez ingerido, se convierte en serotonina, que permite que el cerebro se relaje y podamos dormir. También es fácilmente digerible. Su contenido en treonina facilita el metabolismo de las grasas y, por tanto, su digestión.

Además de todos sus beneficios, este tipo de carne es una de las más sostenibles. Se trata de un producto que procede de animales criados en pastoreo con razas autóctonas adaptadas a cada territorio.

El pastoreo permite la reducción en la utilización de recursos y el impacto del transporte, por lo que repercute de manera positiva en el medio ambiente, ayudando a frenar el cambio climático y los incendios forestales.

Y tú, ¿ya te has decidido a incorporar esta carne a tu dieta?